¿Cómo participan los jóvenes?
A partir de los años 60 los movimientos estudiantiles se vieron reforzados mundialmente, con el apoyo de la globalización, la individualización de los adolescentes y el surgimiento de las personas jóvenes cómo agentes sociales claves, la militancia y la participación juvenil se volvieron moneda corriente.
Hoy en día estos movimientos son validados por tratados internacionales, leyes nacionales y acuerdos constitucionales, los cuales mantienen la soberanía de las juventudes intacta y su derecho a participar más fuerte y justificado qué nunca. Sin ir más lejos, la participación de los jóvenes fue clave para el triunfo del actual gobierno, el cual se jacta de ser la solución para un futuro mejor.
Sin embargo, hoy en día se nos presenta otro problema, y es creer qué la participación juvenil, por más avalada internacionalmente qué esté, va a seguir siendo igual de efectiva en una sociedad con un 48% de pobreza.
No podemos esperar qué un chico con hambre estudie y qué un chico qué no estudia entienda el valor de su participación, la ejerza y forme parte de la vida política qué le corresponde. Sacarles, indirectamente, a los chicos la posibilidad de decidir participar o no, de ejercer su opinión o no, o de simplemente formar parte de un grupo, debido a unas condiciones sociopolíticas en las cuales ellos no pidieron nacer es cruel, y demuestra cómo las generaciones anteriores, los gobiernos, nuestros dirigentes y gran parte de nuestra sociedad, les fallo.
No podemos pretender el pleno ejercicio de la participación juvenil si no somos capaces de asegurar condiciones básicas, y no podemos pretender un crecimiento cultural, económico y político si no buscamos generar las condiciones para qué se den los debates qué se tienen qué dar y para qué cualquier persona qué lo desee pueda participar plenamente de su vida política.
Concluir qué la culpa la tienen unos pocos aporta lo mismo qué una raqueta a un partido de fútbol.
La importancia de la lucha y los movimientos estudiantiles
En la Provincia de Misiones hace ya varias semanas se está dando una lucha presupuestaria por parte del sector docente, esto interrumpe las clases de los estudiantes que están cursando el nivel primario y secundario. Los estudiantes están al tanto de lo que sucede y hay un malestar al tener solamente 2 horas de clases, o en el caso de algunos estudiantes que al llegar a su institución educativa se encuentran con que no se van a dictar clases, esto genera una molestia no solamente a los alumnos, si no también a los padres ya que algunos tienen hasta 2 horas de viaje para llegar a estudiar.
En el día de la fecha el sector docente está en un acampe en una de las avenidas principales de la ciudad de Posadas hace 9 días, exigiendo un salario digno. Desde este espacio acompañamos el paro docente del pasado jueves 23, medida que ayudó a visibilizar el problema que está sucediendo hace ya un tiempo en la provincia, cómo también en el resto del país.
En el sistema educativo universitario se da algo similar, desde este lado la lucha es por el presupuesto. El día que se realizó la Marcha Federal Universitaria fuimos partícipes en Misiones y en conjunto con otras universidades salimos a reclamar el presupuesto correspondiente.
El movimiento estudiantil de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (dónde asisto) está muy activo y acompaña no solamente a la lucha presupuestaria, sino también los reclamos por un salario digno para el personal docente y no docente de la facultad.
Marisol, 20 años, Misiones
¿Qué está pasando con los secundarios en San Isidro?
El 17 de diciembre hubo un temporal que arrasó por toda la Provincia de Bs As y claramente también hizo lo suyo en San Isidro. Tirando abajo gran parte de la Escuela de Educación Secundaria Técnica Número 1 del distrito. La cual desde aquel día hasta mediados de Marzo del 2024, siguió estando tal cual la dejó la tormenta, e incluso empeoró. No se la restauró en las vacaciones de verano, las cuales duraron 3 meses.
Pero, ¿Por qué no se hizo nada?
Por decisión del Intendente Ramón Lanús, se derivaron fondos que debían ser dirigidos al Consejo Escolar, quien se encarga de utilizarlos para arreglar los colegios públicos.
Derivó esos fondos (miles de millones de pesos) para pagar sueldos de jardines municipales. Es decir, en nuestro distrito no hay plata para arreglar las escuelas porque el intendente decidió usarla para pagar lo que ELLOS (la municipalidad) debería de pagar. Supuestamente, esta plata se gastó solo en pagar 155 hs de 150 cargos de docentes de jardines municipales de San Isidro.
Estos sueldos, de jardines MUNICIPALES, deben ser pagados por el municipio. No con la plata que tiene que ir para los colegios públicos.
Ante esto, y muchas problemáticas más en los 31 colegios secundarios públicos del distrito, los estudiantes decidimos organizarnos y comenzar a tejer lazos entre nosotros. Comenzando a conocernos en lo individual, pero aún más en las problemáticas institucionales que se viven. Ya sean problemáticas edilicias (se nos caen a pedazos los colegios), con el Servicio Alimentario Escolar (el cual viene podrido) o con los directivos (ya que hay bastantes abusos de poder).
Comenzamos a unirnos, a movilizarnos ante el Consejo Escolar y la Municipalidad, a conocernos, a estar en contacto constantemente.
Gracias a la creación, formación y funcionamiento activo de los Centros de Estudiantes en las distintas escuelas, logramos organizarnos. Comenzando a ayudar a crear centros donde antes no había, haciendo que jóvenes conozcan sus derechos, los defiendan y reivindiquen. Porque hay leyes que también avalan su creación y funcionamiento activo, obligatoriamente. Porque donde nace una ley, nace un derecho, y una ley que no se cumple, es un derecho vulnerado.
Porque de eso se trata la lucha estudiantil, no es individualista, es grupal, es los unos con los otros. No podemos seguir haciendo oídos sordos a lo que pasa en el colegio de al lado, y menos en un mundo totalmente adultocentrista. En San Isidro dijimos que hasta acá llegamos, y era real. La hora de los pueblos ha llegado.
Santino, 17 años, San Isidro