La volatilidad económica argentina hace que el financiamiento del sistema educativo, sobre la base del porcentaje de PBI, no resulte ser lo que se necesita.
Al mismo tiempo, la ausencia de una coparticipación equitativa y solidaria entre las provincias genera una distribución desigual de los recursos lo que impacta directamente en la inversión que cada estudiante recibe para su educación.
¿Dónde estamos hoy?
Aún estamos muy lejos de cumplir con la meta de universalización del derecho a la educación y quienes se ven perjudicados/as son los que menos tienen. Esto requiere un esfuerzo presupuestario mayor cuya inversión esté dirigida a saldar las inequidades en términos geográficos, de establecimientos educativos e incluso al interior de cada aula.
Proponemos que se realicen modificaciones impositivas progresivas para lograr una redistribución más equitativa de los recursos:
1. Incremento del Impuesto a los Bienes Personales:
Aproximadamente 1200 personas son dueñas del 40% del territorio nacional. Si pagaran impuestos de Bienes Personales por la propiedad rural en vez de estar exentas se recaudaría el 8% de lo que estipula la Ley de financiamiento educativo.
2. Anualización del 50% del Impuesto a las Grandes Fortunas:
Abogamos por la anualización del 50% del impuesto a las grandes fortunas, generando ingresos adicionales por $120 mil millones anuales. Esta medida asegura una contribución más equitativa de aquellos con mayores recursos.
3. Reducción del 20% en Gastos Tributarios:
Proponemos una reducción del 20% en los gastos tributarios, con un potencial adicional de $248 mil millones para el presupuesto educativo. Esto implica eliminar tratamientos impositivos diferenciales que benefician a ciertos grupos y sectores económicos.
4. Reducción del 30% en la Evasión del Impuesto a la Renta de Sociedades:
Abogamos por una reducción del 30% en la evasión del impuesto a la renta de sociedades, buscando contrarrestar la pérdida anual de $1200 millones. Esta medida fortalecería la base impositiva y contribuiría al financiamiento educativo.
Tomando las decisiones correctas, no hace falta un DNU. Si el Estado implementa estas medidas se podría recaudar 1 de cada 4 de los pesos que se necesita para cumplir con la Ley de Financiamiento Educativo. Esto significa aumentar un 24% el presupuesto educativo anual.